Porque ahora
las ventanas han dejado de ser
un ojo que vigila,
cuando abrazar tu cuerpo es transparencia
y besar tus labios casi invisibles
se convierte en difícil ejercicio
de balancearse al aire,
por fin puedo
amarte como nunca.
Porque ahora
la entrada clandestina
no nos acecha con su taquicardia,
cuando la luz no permuta de tono
al dictado de lo que me susurras,
por fin puedo
amarte como nunca.
Porque ahora
no riman mis palabras con tus senos
he dejado de escribir en tu aroma,
porque ahora
mis poemas anversos no dibujan
la forma dulce de tu viaje en círculos,
por fin puedo
amarte como nunca.
Por fin puedo
amarte como nunca,
conversar con tu ausencia
que se me acerca hermosa, mansa y libre
para acariciarme las manos del frío,
enroscarme a los pies de los silencios
y recordar el pecho de tu risa.
Porque ahora consigo
medir el tiempo con otros relojes
puedo decirte, sin ninguna duda,
que he dejado de amarte como siempre
para amarte, todavía, como nunca.
Vaso con agua
Siempre habrá alguien
corrigiendo o burlándose
de quienes dicen vaso de aguaEllos, amantes de la lógica
nos prohíben el juego
de imaginar que el vasofue alguna vez un cilindro
que derritió su centro
para darnos de beber.(Estefanía Angueyra)
Como nunca
Ahora que ya las ventanas
han dejado de ser un ojo que vigila,
cuando abrazar tu cuerpo es transparencia
y besar tus labios invisibles
se convierte en un raro equilibrio
entre bailar sin música y cantar sin voz,
puedo amarte como nunca.Ahora que a la entrada de cada gruta
no está acechándonos la taquicardia,
cuando la luz no cambia de tono
al dictado de tus susurros,
puedo amarte como nunca.Ahora que he dejado de escribir tu aroma,
que ya no riman mis palabras con tus senos,
ahora que mis dedos no albergan tus uñas
y que mis poemas ya no dibujan
la forma dulce de tu viaje en círculos,
puedo amarte como nunca.Puedo amarte como nunca,
conversar con la misma ausencia antigua
que ahora viene mansa y amistosa
a lamerme las manos del frío,
ovillarme a los pies de tu risa clara
y mirarte, desde muy cerca, a los ojos.Ahora que consigo
medir el tiempo con otros relojes
puedo decirte, sin ninguna duda,
que he dejado de amarte como siempre
para amarte, todavía, como nunca.(Versión 0)
Deja una respuesta