Este primer cuarteto está empezado.

Voy cantando sus versos poco a poco
-si cuento con los dedos me equivoco-
y los dejo estallar sobre el teclado.

El móvil me interrumpe varias veces,
o bien me desconcentro con el humo
-agarrado al cigarro que me fumo-
o me distrae la tele con memeces.

Sin palabras que todo lo equilibren
no me inspiro, no encuentro versos buenos,
no hay manera, no consigo que vibre

y se llene de renglones serenos.

A desdeñarlo voy, por imposible,
o por casi imposible, más o menos.

Soneto en prácticas

El primer cuarteto ya está empezado.

Voy cantando sus versos poco a poco
-que si me pongo a contar me equivoco-
y los dejo estallar sobre el teclado.

El móvil me interrumpe varias veces,
o bien me desconcentro con el humo
-agarrado al cigarro que me fumo-
o me distraigo pensando en memeces.

Así no hay modo de que se equilibre,
no me inspiro, no encuentro versos buenos
que consigan que este soneto vibre

y se llene de renglones serenos,
así que lo dejo por imposible.

O por casi imposible, más o menos.

(versión anterior)