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La historia de una niña

I
De niña, yo recuerdo
a mi madre,
corriendo despacio
hacia el balcón.
Amenazaba volar desde el séptimo.
Mi padre corría detrás,
más deprisa,
para verla planear.
O acompañarla en el
vuelo.
Para no manchar
de rojo
el jardín.
 

II
De niña, yo recuerdo
las excursiones de los domingos:
viajábamos a un hospital con vallas y jardines,
íbamos a ver al abuelo
de segunda categoría.
Me decían que el abuelo
no llevaba mi sangre
y yo me alegraba porque
estaba malo
bebía mucho
y estuvo en la guerra
con los que ganaron.
Un domingo fuimos al parque.
Mi madre me dijo que
el abuelo se había muerto
de un calambre.
No me entraron ganas
de llorar.
 

III
De niña, yo recuerdo
a mi abuela.
Olía a ropa planchada
y sus ojos miopes eran
casi blancos de lo claros.
Luego comenzó a repetir
las mismas preguntas.
Me decía que yo era su
niño muerto
o su madre.
Preciosa y estética,
la abuela
llegó a olvidarse
de respirar.
Y yo no pude…
debió ser el cadáver
más lindo
que nunca hubiese.
 

IV
De niña, yo recuerdo
a un hombre educado,
me llevó adonde los buzones.
Buscaba un señor.
Aquel hombre se acercaba
mucho, por detrás.
Parecía que no sabía leer.
Me hizo llorar mucho
y no se lo conté a nadie.
 

V
De niña, yo recuerdo
que mis padres
me decían
que yo era
una niña
muy rara.
Que no era una buena
hija,
cada vez que intentaba
abrirme
las venas.
Y les manchaba
la alfombra
de sangre.
 

VI
Ahora, de mujer,
soy capaz de escribir
todo esto.
Y hacerlo bello.
Y hacer de mis tripas
un corazón precioso
de material sintético.
Y reservar el corazón
auténtico
para las grandes
ocasiones:
para mi niña.
Ahora,
de niña.

Eva Vaz (1972, Huelva, España); La otra mujer, Ed. Celya, 2003.