Aprendiendo a leer el pasado y el futuro en las líneas de un poema

soledad (Página 1 de 5)

Te busco en la fuerza del futuro

Te busco en la fuerza del futuro

Sola yo, amor,
y vos quién sabe dónde;
tu recuerdo me mece como al maíz el viento
y te traigo en el tiempo,
recorro los caminos,
me río a carcajadas
y somos los dos juntos
otra vez,
junto al agua.
Y somos los dos juntos
otra vez,
bajo el cielo estrellado
en el monte,
de noche.
Yo, amor, he aprendido a coser con tu nombre,
voy juntando mis días, mis minutos, mis horas
con tu hilo de letras.
Me he vuelto alfarera
y he creado vasijas para guardar momentos.
Me he soltado en tormenta
y trueno y lloro de rabia por no tenerte cerca,
en viento me he cambiado,
en brisa, en agua fresca
y azoto, mojo, salto
buscándote en el tiempo
de un futuro que tiene
la fuerza de tu fuerza.

Gioconda Belli (1948, Nicaragua); Línea de fuego, Editado por Casa de las Américas, 1978

Entre la niebla

Entre la niebla

Del recuerdo de algunas horas quedan
tan solo los abismos que dejaron,
nieblas de amaneceres implacables
tras noches sin dormir, calles pobladas
de fantasmas a plena luz del día,
tardes de soledad y de derrota,
de ausencia interminable entre la bruma
y el rumor lejanísimo del mundo.
Y, dentro de nosotros, el silencio
del vacío, la arena del reloj
deslizándose, invicta, hacia la nada.

Victoria León (1981, Sevilla, España); Secreta Luz, Ed. Fundación José Manuel Lara, 2019 (Premio Iberoamericano Hermanos Machado)

Recipiente

Recipiente

Tan solo soledad,
tan solo eso.
Soledad que se abre en mi pecho como una grieta
en la que quepo yo misma y en la que caben otras,
tantas amantes.
Eternos cuerpos que luchan por abrirse
como capullos rancios. Y el silencio, sí,
cabe el silencio que asfixia
y cabe el silencio que arde.
Una mezcla de ojos como una bestia emerge
de entre las sombras. Son cientos y se retuercen
bajo la piel palpitantes,
suplican vidriosos regresar con sus dueñas.
Ya no las recuerdo.
Pensé que la soledad era un vacío,
Un estanque grisáceo en medio del cuadro.
Me equivoqué. Caben dentro
tantas carnes.

María Paz Otero (1995, Madrid, España); Nimiedades, Ed. Hiperión, 2021. III Premio de Poesía Joven “Tino Barriuso”

Nadie está solo

Nadie está sólo

En este mismo instante
hay un hombre que sufre,
un hombre torturado
tan solo por amar
la libertad.

—Ignoro
dónde vive, qué lengua
habla, de qué color
tiene la piel, cómo
se llama, pero
en este mismo instante,
cuando tus ojos leen
mi pequeño poema,
ese hombre existe, grita,
se puede oír su llanto
de animal acosado,
mientras muerde sus labios
para no denunciar
a los amigos. ¿Oyes?

Un hombre solo
grita maniatado, existe
en algún sitio.

—¿He dicho solo?
¿No sientes, como yo,
el dolor de su cuerpo
repetido en el suyo?
¿No te mana la sangre
bajo los golpes ciegos?

Nadie está solo. Ahora,
en este mismo instante,
también a ti y a mí
nos tienen maniatados.

José Agustín Goytisolo (1928- 1999, Barcelona, España); José Agustín Goytisolo – Obra completa; Ed. Lumen, 2011.

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