Aprendiendo a leer el pasado y el futuro en las líneas de un poema

Ana Rossetti

Aclaración

Aclaración

La poesía dice: tú o yo. Pero no habla de ti o de mí.
Dice tú o yo, pero es tú y yo y él y ella
y todos y cada uno nosotros,
pues en cada pronombre hay una suma.

Multitud de identidades se comprenden
en la aparente y apaciguadora singularidad.

La poesía dice yo, tú, él, ella…
y a todos y a cada uno de nosotros nos designa
borrando los contornos de las almas.

Todos y cada uno
somos incluidos y explicados.

Todos somos a la vez ella, él, tú y yo.

Ana Rossetti (1950, Cádiz, España), Llenar tu nombre, Bartleby Editores, 2008

Hubo un tiempo

Hubo un tiempo

Hubo un tiempo en el que el amor era un
intruso temido y anhelado.
Un roce furtivo, premeditado, reelaborado durante
insoportables desvelos.
Una confesión perturbada y audaz, corregida mil
veces, que jamás llegaría a su destino.
Una incesante y tiránica inquietud.
Un galopar repentino del corazón ingobernable.
Un continuo batallar contra la despiadada infalibilidad
de los espejos.
Una íntima dificultad para distinguir la congoja del
júbilo.
Era un tiempo adolescente e impreciso, el tiempo del
amor sin nombre, hasta casi sin rostro, que merodeaba,
como un beso prometido, por el punto más umbrío de la
escalera.

Ana Rossetti (1950, Cádiz, España), Los devaneos de Erato, Ed. Prometeo, 1980

Por qué mi carne no te quiere verbo

Por qué mi carne no te quiere verbo

Por qué mi carne no te quiere verbo,
por qué no te conjuga, por qué no te reparte,
por qué desde las tapias no saltan buganvillas
con tus significados
y en miradas de azogue no reverbera el sol
dando de ti noticia,
ni se destapan cajas con tu música
y su claro propósito,
y ningún diccionario ajeno te interpreta.
Por qué, por qué, Amor mío,
eres mapa ilegible,
flecha desorientada,
regalo ensimismado en su intacto envoltorio,
palabra indivisible que nace y muere en mí.


Ana Rossetti (1950, Cádiz, España), Punto Umbrío, Ed.Hiperión, 1995

© 2024 Poemancia

Tema por Anders NorenArriba ↑