Aprendiendo a leer el pasado y el futuro en las líneas de un poema

Aurora Luque (Página 1 de 4)

La poesía no ha caído en desgracia

La poesía no ha caído en desgracia

Rumbo a Lesbos se va poniendo el sol
dice Mestre, el poeta. Penoso es que el presente reconozca
en sí mismo futuros motivos de elegía,
que se sepa exaltado de otra temperatura
por breves horas sólo. Pero basta un periplo,
basta un itinerario. Si acude la memoria -su garfio de palabras-
no importará la muerte, la no prolongación.
No importará la muerte. Rumbo a Lesbos
se iba poniendo el sol; en la cubierta,
un abrazo, su libro contra el viento, algo de hybris,
la silueta de Sunion, los flashes desde el mar,
la isla de Patroclo. Que se apaguen, espléndidos,
rumbo a Lesbos los soles.
Al presente voraz basta con arañarle
una noche, esa noche, antídoto de orgullo
contra toda la muerte.

Aurora Luque (1962, Almería, España), Camaradas de Ícaro, Ed. Visor, 2003 (I Premio Fray Luis de León)

Desolación de la sirena

Desolación de la sirena

Sirena. Las sirenas. La palabra sirena.
Cómo se desmoronan
las palabras radiantes, portadoras
de gérmenes de mito.
Escuchó a las sirenas. Escucho una sirena.
Solo queda en las sílabas
un eco atroz de de alarma
y el ruido de la muerte. 

¿Será una enfermedad
mortal la del lenguaje?

Aurora Luque (1962, Almería, España), Problemas de doblaje, Ed. Rialp, 1990

Aviso de correos

Aviso de Correos

Llamarán a tu puerta una tarde cualquiera.
Y no se sabe quién habrá dejado
en el suelo un paquete para ti.
MUY FRÁGIL, dice al dorso. Lo remite Pandora.
Albergue de montaña en el Olimpo.
Grecia la Vieja.
Sí, parece su otra caja,
la caja fascinante, la olvidada,
la que nunca abrió nadie,
la que escondía el Tiempo en algún zulo,
la que cruzara intacta por los mitos,
la que nunca extrajeron los viejos arqueólogos
ni indagaron los más serios poetas
y que -mira por dónde-
aparece en tu puerta, inesperada.
Contiene la mordaza, ya suelta, de Pandora,
venenos para dar a las palabras
que usurparon el trono tantos siglos,
ese brillo del no,
el cinismo de Hermes,
hondas para romper los espejismos
de las formas dañinas del amor
y palabras vibrantes y fresquísimas
dispuestas a pisar, como gacelas,
las lenguas gangrenadas e inservibles.
(Algo queda en el fondo. No lo mires.
Cuídate de Pandora: es el olvido).
Si llaman a tu puerta cualquier día,
si traen un mensaje de muy lejos,
mira la dirección del remitente
porque a veces los dioses, caprichosos,
rectifican el mundo en cajas nuevas.

Aurora Luque (1962, Almería, España), Carpe noctem, Ed. Visor, 1993

Problemas de doblaje

Problemas de doblaje

En la toma perfecta, cuando el guion es bueno
y los actores fingen dignamente ser héroes,
el tiempo marca estrías, va apagando
uno a uno los focos y la banda
sonora se interrumpe.
Sensación de pantalla desgarrada
la insuficiencia siempre de vivir.
Qué frágil la película
que intentamos rodar en esas horas
para sesión privada y clandestina
en la pantalla interna de los párpados.
Un insípido tono pudoroso
de noche americana
en las irisaciones del deseo,
ni siquiera el siena matizado
del pasado incoloro nos acude.
Sueño de gabardinas
por calles satinadas de humedad,
labios muy densos, casi
negros desde la sala. Juventud,
cinta de celuloide erosionado,
un guión mediocre,
problemas de doblaje.

Aurora Luque (1962, Almería, España), Problemas de doblaje, Ed. Rialp, 1990

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