Aprendiendo a leer el pasado y el futuro en las líneas de un poema

Raquel Lanseros (Página 1 de 2)

Un joven poeta recuerda a su padre

Un joven poeta recuerda a su padre

Ahora ya sé que pasé por tu vida
como pasan los ríos debajo de los puentes
-indiferentes, turbios, orgullosos-,
con la trivialidad desdibujada
de las pequeñas cosas que parecen eternas.

Muchas veces lo obvio
se oculta tras un halo de extrañeza,
tras la costumbre lenta, indistinguible
del aura fugitiva de las vivencias únicas.
Es difícil saber
que la belleza abrupta del vivir cotidiano,
tan desinteresada de sí misma,
nacida sin clamor ni pretensiones
es en esencia tan mágica y rotunda
que resulta imposible de imitar a propósito.
Y es aún más difícil
comprender que la fiesta de las cosas sencillas
casi siempre termina
mucho antes que la voluntad del festejado.

Inmóvil vi pasar ante mis ojos
el desfile callado de tu vida
con tus sueños cansados en otoño,
tus alegrías de puertas para adentro
y tus desvelos discretamente cálidos.
Creo acertar si digo
que nunca te di nada que no fuese
un préstamo a mí mismo.
Te pedí, sin embargo, tantas cosas.

Hoy, inmóvil de nuevo, asisto inerme
a este desfile amargo de tu ausencia
mientras mi corazón -dividido y atónito-,
comienza a descubrirque la vida va en serio.

Te recuerdo. Hace frío
y el frío me devuelve
aquella forma tuya tan sutil
de ofrecerme a la vez un corazón errante,
la suerte en un casino de Las Vegas,
la lluvia indescifrable del desierto,
los versos de Machado en un suburbio.

Ahora ya sé que pasé por tu vida
indolente y confiado, -sin asombro-,
como suelen vivir todos los hombres
que no conocen todavía la pérdida.

Raquel Lanseros (1973, Cádiz, España); Los ojos de la niebla, Ed. Visor, 2008. Extraído de 20 con 20. Diálogos con poetas españolas actuales; Ed. Huerga & Fierro, 2016

Bécquer y el rock and roll

Bécquer y el rock and roll

                                      I know it’s only rock’n’roll
                                                  But I like it
                                                    The Rolling Stones

Tú también has tenido doce años.
Tú también reconoces
el temblor de la piel abriéndose camino.
Has vivido el incendio de los ojos
que ven la intensidad por vez primera.

Es invierno. Mis dedos infantiles
empujan su avidez contra un poema.
Detrás está un muchacho con perilla
y ojos interminables de soñador sensual.
Las palabras me trepan por el pecho
como hormigas hambrientas…
De pronto, un golpe seco
dentro de la conciencia.
Igual que cuando escucho un rock’n’roll.

La región más extensa de significado.
Poesía es lo contrario de la muerte.
Esta certeza súbita de lo desconocido.

Quizá sea solamente rock’n’roll
pero me gusta.

Raquel Lanseros (1973, Cádiz, España); Leyendas del promontorio, Colección de poesía Encina de la Cañada, Ayuntamiento de Villanueva de la Cañada, 2005

Sigue doliendo españa

Sigue doliendo España
Me duele España
Miguel de Unamuno

Esta tierra febril que castra y sueña,
promontorio de néctar y de azufre,
este sol de occidente tan antiguo
que alumbra igual la pena que la gloria.

España mía, al borde de tus páramos
las amapolas gritan el nombre de mil muertos.
¡Despierta, madre! Y dime dónde están
los hijos de los hijos de tus mejores hijos.

Yo que te amo, te juro que aborrezco
el hedor de tus aguas estancadas.
Te miro desde mí para saber qué somos.

Veo estiércol sobre trigo,
miel pisada,
condena y estrechez
luz de candiles.
Sin embargo, aquí abajo,
resistiendo al cerrado y sacristía,
veo también cipreses y naranjos,
horizontes y sed de calendario.

Veo a Lorca, veo a Velázquez, veo a Machado,
Miguel Servet, Quevedo, Garcilaso,
Larra, Picasso, Hernández, Rosalía,
Ramón y Cajal, Séneca, Espronceda,
Isaac Peral, Gaudí, Goya, Cernuda,
Cervantes, Calderón, Severo Ochoa.

Eso es España. Más allá, el vacío.

Raquel Lanseros (1973, Cádiz, España); Esta momentánea eternidad. Poesía reunida (2005-2016), Ed. Visor, 2016

Reclamación

Reclamación

Me hablas como si fuera yo quien decidiese.
Como si mi existencia
junco en llamas
tuviera algún poder sobre la realidad.
Mi humilde voluntad no suma más
que otro grano de arena en la alta duna.

Piensa un minuto en mi insignificancia.
¿He decidido que hoy sea el vértice del tiempo
como de agua es el río y de idea la palabra?
No me culpes del curso de la naturaleza.
Como tú, soy su fruto. A su pulso me debo.

Te olvidé ya hace tiempo.
No hay nada que añadir
aunque el lenguaje apenas aclare los finales.
Es inútil culparme y más aún pretender
que un recuerdo caliente igual que un cuerpo.

Raquel Lanseros (1973, Cádiz, España); Matria, Ed. Visor, 2018

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