Aprendiendo a leer el pasado y el futuro en las líneas de un poema

ausencia

Certidumbre de ausencia

Certidumbre de ausencia

Regreso al mismo café.
Las horas lentas que pasaron en vano
atraviesan conmigo la puerta giratoria.
Y al fondo, entre las mesas,
una sonrisa tuya me mira como entonces.

Pero otra vez esos labios extraviados
tampoco son tus labios,
no hay sonrisa y el mármol de esta mesa
certifica en mis manos un mensaje de frío.

Amalia Iglesias (1962, Palencia, España), Dados y dudas, Ed. Pre-Textos, 1996

Poemas


Ameite tanto esta tarde,
cando non estabas,
e estaba o ceu como un atlas de ausencia,
esbarando nas horas!

Que estraño é todo isto, este amor que se agolpa
e verte a súa furia por acima de unha
sen piedade!

Non sei por que estes días en que te amo tanto
e tan fundo e tan duro e tan tristeiro,
días en que quixera aniquilarte
de tanto amor como me tinxe o corpo
e me lastima os dentes.

Esta tarde ameite como invasión de escumas
en sartegos tenrísimos.

Non sei que estrañas aves aniñaron en min
para que así te ame,
Non sei que tortas rutas ou mans confabuladas
me trouxeron a ti,
non sei por que camiños navegou o meu sangue
para chegar a ti.

Non sei se faro ou torre ou terra prometida
foron marcando o norte dos meus sucos

Só sei que aquí me tés, a ti oferecida,
sen culpa deste amor que caeu sobre min
non sei se como pedra ou lóstrego ou fervenza

Esta tarde ameite como nunca,
pero ti non estabas

Te amé tanto esta tarde,
cuando tú no estabas,
y estaba el cielo como un atlas de ausencia,
discurriendo en las horas!

Qué extraño es todo esto, este amor que se agolpa
y vierte su furia por encima de una
sin piedad!

No sé por qué estos días en que te amo tanto
y tan hondo y tan duro y con tanta tristeza,
días en que quisiera aniquilarte
de tanto amor como me tiñe el cuerpo
y me lastima los dientes.

Esta tarde te amé como invasión de espumas
en sepulcros tiernísimos.

No sé que extrañas aves anidaron en mí
para que así te ame,
No sé que torcidas rutas o manos confabuladas
me trajeron a ti,
no sé por qué caminos navegó mi sangre
para llegar a ti.

No se si faro o torre o tierra prometida
fueron marcando el norte de mis surcos

Sólo sé que aquí me tienes, a ti ofrecida,
sin culpa de este amor que cayó sobre mí
no sé si como piedra o rayo o cascada.

Esta tarde te amé como nunca,
pero tú no estabas.


Perdóame a dor, á veces,
perdóame a tristeza case sempre
e a soedade
(es así como chamo a túa ausencia).
Perdóame o silencio
e as palabras
agora.
Perdóame a alegría se te teño
un pouquiño,
os encontros, os versos,
a miña pobre vida.
Perdóame a esperanza
aínda
(tómoa sen que ma des
e asúmoa como único alimento).
Perdóame que fale
que cale
que respire
pero nunca que te ame.
[…]

Perdóname el dolor, a veces,
perdóname la tristeza casi siempre
y la soledad
(es así como llamo a tu ausencia).
Perdóname el silencio
y las palabras
ahora.
Perdóname la alegría si te tengo
un poquito,
los encuentros, los versos,
mi pobre vida.
Perdóname la esperanza
todavía
(la tomo sin que me la des
y la asumo como único alimento).
Perdóname que hable
que calle
que respire
pero nunca que te ame.
[…]


Hai unha cidade que me agarda no sul
e é estraño que no teña o teu nombre gravado nas paredes

(necesito emborracharme
pechar todas as fiestras que dan a esta tarde
necesito saber a cantidade exacta de desesperación que aniña
nesta hora)

no sul sei que hai unha cidade que me agarda
é estraño, nunca vivín alí a tristeza de novembro
non sei como será o rumor dos magnolios batidos pola choiva
cando novembro invada as avenidas
e sobrevivan as cúpulas senlleiras sinxelamente soas
baixo un ceo de inverno sen paxaros
[…]

Hay una ciudad que me espera en el sur
y es extraño que no tenga tu nombre grabado en las paredes
(necesito emborracharme
cerrar todas las ventanas que dan a esta tarde
necesito saber la cantidad exacta de desesperación que anida en
esta hora)
en el sur sé que hay una ciudad que me espera
es extraño, nunca he vivido allí la tristeza de noviembre
no sé cómo será el rumor de los magnolios golpeados por la lluvia
cuando noviembre invada las avenidas
y sobrevivan las cúpulas solitarias sencillamente solas
bajo un cielo de invierno sin pájaros
[…]


Retomo o fío do tempo e alongo a miña voz
unha vez máis ainda retardando a chegada
do definitivo silencio, dese día que ha vir
encher de sal e tevra o espazo do meu peito

retomo o fío e digo (vella parola) dor
dor nos dentes, no lombo, dor no abraio da alma
dor aínda esgazándome as entrañas
mentres quede un anaco de esperanza

Só hai dor mentres vive a esperanza
[…]

Retomo el hilo del tiempo y prolongo mi voz
una vez más aún retardando la llegada
del definitivo silencio, de ese día que vendrá
a llenar de sal y tiniebla el espacio de mi pecho

retomo el hilo y digo (vieja palabra ) dolor
dolor en los dientes, en la espalda,
dolor en el asombro del alma
dolor aún desgarrándome las entrañas
mientras quede un atisbo de esperanza

Sólo hay dolor mientras vive la esperanza.
[…]

Sétima Soidade, Pilar Pallarés. Ferrol: Sociedade de Cultura Valle Inclán, col. Esquío, 1984

© 2024 Poemancia

Tema por Anders NorenArriba ↑