El vínculo
Es cierto, nos dijeron muchas veces
que la vida es un juego peligroso.
No la vida de pétalos y estambres
que acunó nuestra infancia. Esta otra vida
la de las colas y los formularios,
la auténtica existencia, nos dijeron.
En aquel tiempo teníamos nosotros
los ojos rebosantes de futuro
y una impresión confusa del amor.
Qué poco sospechábamos entonces
la lección desasida para la libertad
como un pacto sagrado: la invención de uno mismo.
Y no es casualidad que la raíz
etimológica del término invención
signifique el encuentro. El mismo encuentro
mantenido en la eterna inmensidad del tiempo
contra todo pronóstico.
Como hiciera Penélope.
Hoy hemos aprendido que ser libres
significa luchar, imponerse al destino,
intercambiar sin miedo las identidades.
Y quizá recordar
que los dioses tiranos desoyeron a Ulises.
Los mismos que tampoco nos oirán a nosotros
el día que decidamos olvidarnos.
Raquel Lanseros (1973, Cádiz, España); Croniria, Ed. Hiperión, 2009.
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