Eros
Había acercado la silla a la ventana del hotel, para mirar la lluvia.
Estaba en una suerte de sueño o trance…
enamorada, y sin embargo
nada quería.
Tocarte parecía innecesario, volver a verte.
Solo quería esto:
la habitación, la silla, el sonido de la lluvia al caer,
hora tras hora, en la tibieza de la noche de primavera.
No necesitaba nada más; estaba completamente saciada.
Mi corazón se había vuelto pequeño, se colmaba con muy poco.
Miré la lluvia que caía en una densa cortina sobre la ciudad oscurecida…
Nada de esto te concernía: podía dejarte vivir
tal como necesitaras vivir.
Al amanecer cesó la lluvia. Hice las cosas
que se hacen de día, me puse en movimiento,
pero como una sonámbula.
Había bastado y ya no era cosa tuya.
Unos pocos días en una ciudad desconocida.
Una conversación, el roce de una mano.
Y después, me quité mi alianza de matrimonio.
Eso era lo que quería: estar desnuda.
EROS
I had drawn my chair to the hotel window, to watch the rain.
I was in a kind of dream or trance…
in love, and yet
I wanted nothing.
It seemed unnecessary to touch you, to see you again.
I wanted only this:
the room, the chair, the sound of the rain falling,
hour after hour, in the warmth of the spring night.
I needed nothing more; I was utterly sated.
My heart had become small; it took very little to fill it.
I watched the rain falling in heavy sheets over the darkened city…
You were not concerned; I could let you
live as you needed to live.
At dawn the rain abated. I did the things
one does in daylight, I acquitted myself,
but I moved like a sleepwalker.
It was enough and it no longer involved you.
A few days in a strange city.
A conversation, the touch of a hand.
And afterward, I took off my wedding ring.
That was what I wanted: to be naked.
Louise Elisabeth Glück (1943, Nueva York, EEUU); The Seven Ages, Ecco Press, 2001. Premio Nobel 2020
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