Aprendiendo a leer el pasado y el futuro en las líneas de un poema

julio2024 (Página 1 de 6)

Escribiré quinientas veces el nombre de mi madre

Escribiré quinientas veces el nombre de mi madre…

Escribiré quinientas veces el nombre de mi madre.
Con un vestido blanco trazaré cada una de sus letras por las
          paredes de mi dormitorio, por el suelo del patio del
          colegio, por el pasillo de la casa más antigua. Para
          recordar mi origen cada vez que yo viva.
En todos los lugares podré besar sus mejillas limpias de
          cristal, aunque ella duerma lejos:
sus mejillas cercanas que me dolerán allá donde acaricie
          su nombre escrito.
Tantos días, tantas noches habrá de alimentarme
          amorosamente con su parábola descalza;
vendrá mi madre a arroparme, mujer de humo, con los ojos
          tiritando de suerte,
y en cada sueño mis apellidos dolerán como un cartel de
          bienvenida a un hogar diferente.
Sobre mi cabello, rubio como el de mi madre, la corona que
          me ciño como hija primogénita de Dinamarca.
Me llamaré Vacía, en honor a mis muertos; miraré cómo
          retozan de acrílico las palmas de mis manos, sangrará
          mi lengua a disposici6n de mis muertos.
Gritaré quinientas veces el nombre de mi madre para quien
          quiera escucharlo, y escribiré que bendigo este medio
          corazón en huelga mío, pues no olvido:
nací para llorar la muerte de otros.

Elena Medel (1985, Córdoba, España), Tara, Ediciones DVD, 2001

A las órdenes del viento

A las órdenes del viento
Para todos los que sienten que no están al mando

Me habría gustado ser discípula de Ícaro.
Hubiera sido hermoso festejar
las bodas de Calixto y Melibea.
Me habría gustado ser
un hitita ante la reina Nefertari
el joven Werther en Río de Janeiro
la deslumbrante dama sevillana
por la que Don José rechazó a Carmen.
Yo quisiera haber sido el huerto del poeta
con su verde árbol y su pozo blanco
el inspector fiscal
con el que conversara Maiakovski.
Me habría gustado amarte. Te lo juro.
Sólo que muchas veces la voluntad no basta.

Raquel Lanseros (1973, España), A las órdenes del viento. Antología poética ampliada (2005-2015), Ed. Valparaíso, 2015

Ya es de noche en algún lugar

Ya es de noche en algún lugar

Ya es de noche en algún lugar,
alguien está sacándose las medias,
metiéndose en la cama,
tomando el último vaso de coca del día,
fumando la última seca del día
antes de lavarse los dientes,
sacándole la correa a su perro
después de llevarlo a pasear
por lo menos una vuelta a la manzana,
apagando el teléfono
o enchufándolo,
mandando un buenas noches
un te quiero mucho
un te extraño
un nos vemos mañana
un me gustaría dormir con vos
un tu lado de la cama está frío.
Ya es de noche en algún lugar,
alguien está cocinando para
la persona que más quiere
en el mundo,
partiendo los fideos
por la mitad
para que entren en la cacerola
mientras la salsa burbujea
en la otra hornalla.
Ya es de noche en algún lugar,
alguien está escribiendo un poema
para que oscurezca más rápido,
más temprano.

Valentina Varas (1991, Argentina);  De todas las cosas que nunca entendí siempre vas a ser mi favorita; Ed. Liliputienses, 2018.

El reino del revés

El Reino del Revés

Me dijeron que en el Reino del Revés
nada el pájaro y vuela el pez,
que los gatos no hacen miau y dicen yes,
porque estudian mucho inglés.

Vamos a ver cómo es
el Reino del Revés.

Me dijeron que en el Reino del Revés
nadie baila con los pies,
que un ladrón es vigilante y otro es juez,
y que dos y dos son tres.

Vamos a ver cómo es
el Reino del Revés.

Me dijeron que en el Reino del Revés
cabe un oso en una nuez,
que usan barbas y bigotes los bebés,
y que un año dura un mes.

Vamos a ver cómo es
el Reino del Revés.

Me dijeron que en el Reino del Revés
hay un perro pekinés,
que se cae para arriba y una vez…
no pudo bajar después.

Vamos a ver cómo es
el Reino del Revés.

Me dijeron que en el Reino del Revés
un señor llamado Andrés
tiene 1530 chimpancés
que si miras no los ves.

Vamos a ver cómo es
el Reino del Revés.

Me dijeron que en el Reino del Revés
una araña y un ciempiés
van montados al palacio del Marqués
en caballos de ajedrez.

Vamos a ver cómo es
el Reino del Revés.

Mª Elena Walsh (1930-2011, Argentina), El reino del revés, Ed. Alfaguara, 2001

« Entradas anteriores

© 2024 Poemancia

Tema por Anders NorenArriba ↑