Sé que poseo algunas cosas,
¡ay mi pequeño afán coleccionista!,
la caja desatada de los truenos,
un oscuro baúl para las lágrimas,
alicates y un dedo de agua de algún sitio,
la precisión exhaustiva de los ríos que no cantan,
un demonio pequeño sin poder contra la muerte,
fotos de amigos perdidos y no sé cómo,
recodos del camino,
indecencia del camino,
su color, su dolor,
más fotos de amigos,
una torre de aire para los relámpagos,
el peso innoble de las palabras que no se dicen,
las nubes de Morón y su sombra temprana,
hasta el ojo huracanado del que se termina hablando siempre,
y total para qué,
si yo lo que quería,
en el fondo, e interminablemente,
era la voz hondísima de Julio.

Mª Ángeles Pérez López (1967, Valladolid, España); Tratado sobre la geografía del desastre,  Ed. Verdehalago, 1997