Aprendiendo a leer el pasado y el futuro en las líneas de un poema

Ana Blandiana

Qué difícil es acariciar

Qué difícil es acariciar

¡Qué difícil es acariciar las plumas de un ángel!
por muy cerca que esté, rehúye el roce;
por miedo a que lo atrapes,
da vueltas, regresa – su aleteo inaudible,
es el único sonido que puede producir.
Ellos, los ángeles, no saben hablar,
no son adecuadas las palabras
para su expresión,
su mensaje mudo es la presencia.
Suelen acercarse
para envolverte con su aura,
pero enseguida se alejan, atemorizados por la intimidad,
protectores, pero no familiares,
dejan siempre una distancia por la que
mis palabras se arrastran para alcanzarlos,
sin saber si no son demasiado débiles para llegar a su oído.
¡El handicap de la fe!:
no saber si te están escuchando, ni si escuchas.
De todos los sentidos sólo queda el sueño táctil
de acariciar, sin asustarlo, las plumas de un ángel…

Ana Blandiana (1942, Rumanía); Mi patria A4, Ed. Pre-Textos, 2014

Recuerdas la playa

¿Recuerdas la playa?

¿Recuerdas la playa
Revestida de cristales amargos
Sobre los que
No podíamos caminar descalzos?
¿El modo en que
Mirabas el mar
Y decías que me escuchabas?
¿Recuerdas
Las gaviotas histéricas
Girando en el tañido
De campanas de iglesias invisibles
Y los peces como santos patrones,
El modo en que
Corriendo, te alejabas
Hacia el mar
Y me gritabas que te hacía falta
Distancia
Para contemplarme?
La nieve
Se apagaba
Enredada entre las aves
En el mar;
Con una desesperanza casi alegre
Yo miraba
Tus huellas en el mar
Y el mar se cerraba como un párpado
Sobre el ojo, dentro del cual yo esperaba.

Ana Blandiana (1942, Rumanía); Octubre, noviembre, diciembre (1972), Ed. Pre-Textos, 2017

Este poema

Este poema

Este poema dura solo esto,
lo que tardas en leerlo:
la próxima vez que lo leas
será otro
porque tú serás otro
y, por supuesto, será completamente diferente
cuando lo lea otra persona.

Existe solo en este instante
de tu estado de ánimo,
que has construido
con lo que has encontrado dentro de ti.

Obra fugaz
como una hoja de papel
que discurre por las aguas
cambiando siempre de dirección,
sin que tenga ninguna importancia
la persona que allí puso la hoja
y si escribió algo en ella.

Ana Blandiana (1942, Rumanía); El sol del más allá y El reflujo de los sentidos, Ed. Pre-Textos, 2016

© 2024 Poemancia

Tema por Anders NorenArriba ↑