Aprendiendo a leer el pasado y el futuro en las líneas de un poema

Irene Sánchez Carrón

Infancia

Infancia

Soñaba el corazón…
¡Oh sueños de la escuela!
Concha Méndez

Calles estrechas,
balón,
cristales rotos,
la rodilla escociendo sobre el suelo,
última fila en clase,
solitarias vocales buscando consonantes,
los números en serie bajo las uñas sucias
y un nombre escrito en todos los cuadernos,
en todas las paredes,
sobre tu propio aliento en el espejo,
tu mano en el alféizar alimenta a los pájaros
mientras repites
que España limita al norte con el mar Cantábrico
y alguien te clava espigas
en el jersey de lana.

Irene Sánchez Carrón (1967, Cáceres, España); Ningún mensaje nuevo, Ed. Hiperión, 2008. XII Premio Internacional de Poesía “Antonio Machado”, Baeza

Razones

Razones

                                                  «Bien está en otros sostenerse.
                                        Porque nadie soporta la vida solo.»
                                                                                         F. Hölderlin

Y porque estamos solos empezamos un verso.

Porque sentimos frío acercamos las manos
al calor de unos seres imposibles y bellos
que nos prestan sus ojos para observar el mundo.

Porque tenemos miedo miramos otras muertes
y en nuestra oscuridad encendemos un sol
de mediodía, inmóvil, que no se irá al ocaso.

Huyendo del dolor fatigamos el cuerpo
por calles de ciudades que nunca son la nuestra
de la mano de gentes que habitan en nosotros.

Porque tenemos prisa inventamos finales.
Porque nos falta el tiempo inventamos más tiempo.

Porque somos tan pobres no nos pesa apostar
lo poco que nos queda a este número incierto.

Porque somos humanos miramos a los dioses.
Porque no somos dioses jugamos a crear.

Irene Sánchez Carrón (1967, Cáceres, España); Porque no somos dioses, (Premio de Poesía «Hermanos Argensola» 1997), Editado por Gráficas de Barbastro, 1998

Amanecer

Amanecer

Mientras duermes te miro.

Me recuerdas
el frío de las fuentes en los labios,
el prado debajo de la espalda,
la indescifrable danza de las nubes,
el dulce sabor de diminutos dedos en la masa,
la tierra en las uñas,
los pies mojados en los charcos,
los bolsillos repletos.

Contigo junto a mí
los días recobran la suave textura de la cera
y repiten mil veces el amanecer.

Contigo junto a mí
veo pasar de largo la tristeza.

Irene Sánchez Carrón (1967, Cáceres, España); Escenas principales de un actor secundario, (Premio Adonáis, 1999) Ed. Rialp, 2000

El poeta aguarda

El poeta aguarda, impaciente, la llegada de alguna musa
(Estudio de escritor. Mesa de gran tamaño. Estanterías llenas de libros. Puerta al fondo entreabierta. El personaje camina de un lado a otro del escenario).
Que alguien recomponga los jarrones
rebosantes de rosas.
Necesito más luz
sobre el brazo desnudo que ahora escribe.
Los libros, que se vean desde todos los ángulos.
Unas hojas tiradas por el suelo pueden
crear ambiente.
Si es posible,
que caiga por completo la noche.
Una luna entre nubes
podría sugerir un halo de misterio.
En la calle
que parezca que la lluvia ha caído.

Ella entrará por la puerta del fondo.
Traerá el cabello húmedo —podría haber un fuego
donde secarlo lenta, muy lentamente—.
No hablará.
No hablaré.
El silencio es lo más apropiado.
No elevaré los ojos para verla
hasta pasado un rato.

Ella irá hacia las rosas con aire ensimismado
y mirará la luna caminar por mi cielo.

Necesito más luz sobre mi mano.
Necesito más luz sobre las rosas
y un fuego y una luna y un cielo
antes de que ella llegue.

Y que haya llovido.

Irene Sánchez Carrón (1967, Cáceres, España); Atracciones de feria, Ed. Institución Cultural El Brocense, 2002

Tienda en casa

Tienda en casa

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que al final resultan ser un puente, una fábrica,
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eso sí, no civil.

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en todo tipo de acontecimientos.

                Si no queda conforme,
                le devolvemos su tristeza.

Irene Sánchez Carrón (1967, Cáceres, España); Escenas principales de un actor secundario, (Premio Adonáis, 1999) Ed. Rialp, 2000

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