Aprendiendo a leer el pasado y el futuro en las líneas de un poema

Olvido García Valdés (Página 2 de 2)

Olvido García Valdés (1950, Asturias, España) poeta, ensayista y traductora es licenciada en Filología Románica por la Universidad de Oviedo, y en Filosofía por la Universidad de Valladolid.

Junto a su trabajo de creación, ha llevado a cabo una amplia labor crítica en diversas publicaciones. De su íntima relación con el arte, de la que es muestra una obra poética que busca apoyo material y concreto en la pintura, nacen también los textos redactados para importantes catálogos y muestras de arte (Kiefer, Fernández Molina, Tàpies, Zush, Broto, Juan Soriano, Bienal de Venecia 2001, Luis Costillo o Vicente Rojo).

Es co-directora de la revista Los Infolios desde 1987 y miembro del consejo editor de Hablar/Falar de Poesia desde su creación en 1996; asimismo fue miembro fundador de la revista El signo del gorrión, a cuyo consejo de redacción perteneció durante sus diez años de existencia. Sus poemas han sido recogidos, entre otras, en antologías como La prueba del nueve (ed. Antonio Ortega, Madrid, Cátedra, 1994); Ellas tienen la palabra (eds. Noni Benegas y Jesús Munárriz, Madrid, Hiperión, 1997); Antología de poesía española (1975-1995) (ed. José Enrique Martínez, Madrid, Castalia, 1997); El último tercio de siglo, 1968-1998. Antología consultada de la poesía española (Madrid, Visor, 1998); Las ínsulas extrañas. Antología de poesía en lengua española (1950-2000) (eds. Eduardo Milán, Andrés Sánchez Robayna, José Ángel Valente y Blanca Varela, Barcelona, Galaxia Gutenberg, 2002) y La vida escrita por las mujeres. Obras y autoras de la literatura hispánica e hispanoamericana, vol. IV: Lo mío es escribir. Siglo XX (AA. VV. bajo la dirección de Anna Caballé, Barcelona, Círculo de Lectores, 2003).
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Sólo lo que hagas y digas

Sólo lo que hagas y digas


Sólo lo que hagas y digas
eres, incierto lo que piensas, invisible
lo que sientes dentro de ti.
¿Qué significa
dentro de ti? Nada eres si, como dicen,
no es intersubjetivamente comprobado
(al menos comprobable). Juan de la Cruz no es
más que unos poemas, Emily
Dickinson, Edgar Allan Poe, sólo palabras.
¿Qué significa
intersubjetivamente? ¿Cuántos sujetos
hacen falta? ¿Cuántos que digan
a la vez: Juan de la Cruz, Emily
Dickinson, Edgar Allan Poe son cimas
de la vida humana, cimas
de la miseria humana en este hermoso
mundo?

Olvida García Valdés (1950, España), Caza nocturna, Ed. Ave del paraíso,  1997

La hora pastoral

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La hora pastoral
de los animales en hilera. Atardece
vaca y ternero y vaca y vaca.
Muge, no porque lo oiga, sino porque la veo
la  precisa línea de la testa levantada
la del morro al mugir, los campos pastorales
caballos y potrillos cerca de la ciudad.
Be calm, decía en una lengua no
suya, animal ser de la calma.
2
brillo
verde amarillo sin alimento
solo humedad
                                        (no densos
                                         no los profundos
                                         no luz alegre del verde)
viene de abajo
lo enciende el agua
llega de fuera, casi sin humus

3
cabeza
de gato se llama la canción
la cantaba ensamblando tablas
de la caja, la cantaba y eran
las vetas de madera notas
de la canción, cabeza de gato
el tarareo, viruta dulce
ya sin letra la madre

Olvido García Valdés, (1950, Asturias, España), Hacia la democracia. La nueva poesía (1968-2000). Tomo 10 de Poesía española. Antología crítica dirigida por Francisco Rico. Edición, prólogo, notas e introducciones críticas de Araceli Iravedra, Ed. Visor, 2016

Este conocido temblor

Este conocido temblor
de las hojas con la brisa y este verde
de abril como un vómito
en la luz. Suficientes
aún las antiguas palabras:
no percibe el cadáver
dulzura ni calor y sí, en cambio,
el silencio y el frío,
puesto que se percibe lo que se es.
Discontinua vivencia, porque todas
aquí somos iguales
. Como mirlos
y mirlos esbeltos en el canto y en el negro
intercambian sonidos:
acepta la vida, el acorchamiento
de la vida, desecha
la vieja hybris, nada
pierde quien muere, nada gana
tampoco. Es nítido
el sonido tras la lluvia,
se percibe ahora el tren
con violencia veloz, el obsesivo
zureo de palomas.

Olvido García Valdés (1950, España), Caza nocturna, Ed. Ave del paraíso, 1997

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