Aprendiendo a leer el pasado y el futuro en las líneas de un poema

Raquel Vázquez

Inscripciones que faltan

Inscripciones que faltan

No figuran leyendas en los mapas
para señalizar
las descargas eléctricas
que rompen en la piel
o la tormenta zarca
de la que nacen unos prismáticos del cielo.

Solo se representa la intuición
de recorrer una vez más un campo
mutilado, sin este y sin oeste,
apenas luz y sombra como siempre en desorden.
No figuran leyendas en los mapas.
Por tanto habría que crear los signos
necesarios, plantar
un árbol que resista,
escribir coordenadas donde el deseo fuera
más alto que la muerte.

No hay lugar más desierto que lo que no se dice.

Raquel Vázquez (1990, Lugo, España); Aunque los mapas, Ed. Visor, 2020. XXXII Premio Loewe a la Creación Joven

Sin lenguaje

Sin lenguaje

Hay cosas que suceden.
En un cristal de noche
aun desde el día, desde alguna parte;
en medio de una luz
pensada lejos, emulada triste,
luz breve que no colma ninguna madrugada.
Y hasta los sueños suelen dejar huellas más sólidas.
Pero en cambio sucede.
A pesar de que no
quede registro, no haya resplandor, no haya piel.
Hay cosas que suceden
sin lenguaje siquiera para poder tocarlas.

 Raquel Vázquez (1990, Lugo, España);  Lenguaje ensamblador, Ed. Renacimiento, 2019

Cuadernos de un vencejo

Cuadernos de un vencejo

Un vencejo, de media, vive unos cinco años.
Un poemario recién
publicado se olvida en pocos meses.
En cinco años lleva ya muchos años muerto.
Sólo es un ejercicio
arqueológico el de quien recupera
de vez en cuando alguna de sus páginas.
Apenas una anécdota que ríe la memoria.
Mientras un año más
los vencejos cincelan sobre el cielo sus lunas.
Y las crías recitan, temblorosas,
un primer verso que con emoción
les cuelga desde el pico.
Antes de continuar
escribiendo, antes de seguir volando.
En los vencejos viaja la poesía
que se muere en nosotros.

 Raquel Vázquez (1990, Lugo, España);  Lenguaje ensamblador, Ed. Renacimiento, 2019

Raíl

Raíl

Todos tus sueños hechos ventanilla.
Cargas con lo correcto, sin defraudar a nadie.
Y para los andenes te has roto la mirada.
Un millón de caminos
perpetran en tu espalda los recuerdos
que has llevado a desguace en el futuro,
que no han sido presente.
Tu equipaje es, te dices, el que te corresponde.
El único posible.
Para aliviar la herida,
sólo sabes cerrar fuerte los ojos.

 Raquel Vázquez (1990, Lugo, España);  Lenguaje ensamblador, Ed. Renacimiento, 2019

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