Embadurnamos los cuerpos en perfumes de lenguas
esas lenguas indómitas que se engullen
con fragor de conquista multiplicándose imbatibles
en ese idioma nuestro que escapa el escrutinio.
El hambre de nosotros airea olor de carne,
esa carne curtida al soplo y al rocío, al lodo y al salitre,
esa carne despojada de fronteras
vivificada
en apetencia extrema de cachorros sedientos
desbordando extremidades.
Emborrachándonos de hendidura profunda y de dobleces
nuestras bocas engullen en trance hasta el escarpe
que araña desde el órgano.
Un torrente caldea los pasajes con su policromía
ese alud de muerte momentánea, sudor y rubor, pico y cumbre,
y después calma.

Rosa M. Martín (Valladolid, España); A veces contigo, ed. Grupo Literario Juan de Baños, 2018 (ganadora del V Premio Internacional de Poesía Treciembre)