Aprendiendo a leer el pasado y el futuro en las líneas de un poema

amor (Página 8 de 25)

Oyes esa música

Oyes esa música…

¿Oyes esa música
que cruza como luz la oscuridad
mientras la oscuridad gira
y yo con ella?
¡Con qué fuerza
se abre paso
y llega incluso
a mi lugar más remoto
cercado también de sombras!
Pero el latido
que brota allí
nadie lo oye.
Nadie, como yo, sabe
que existo
y creceré
y amaré
como aman estos brazos
que me sostienen
porque no sé andar aún…
Pero escucha, escucha:
todos los árboles se mecen
en la música.
Y en mi interior,
donde un secreto sol
me hace adivinar
el sol secreto
de la oscuridad. 

Clara Janés (1940, Madrid); Libro de las alienaciones, Ed. Ayuso, 1983

Entonces me besaste

Entonces me besaste

Por celebrar el cuerpo, tan hecho de presente,
por estirar sus márgenes y unirlos
al círculo infinito de la savia
nos buscamos a tientas los contornos
para fundir la piel deshabitada
con el rumor sagrado de la vida.

Tú me mirabas colmado de cuanto forja el goce,
volcándome la sangre hacia el origen
y las ganas tomadas hasta el fondo.

No existe conjunción más verdadera
ni mayor claridad en la sustancia
de que estamos creados.
Esta fusión bendita hecha de entrañas,
la arteria permanente de la estirpe.

Solo quien ha besado sabe que es inmortal.

Raquel Lanseros (1973, Cádiz, España); Croniria, Ed. Hiperión, 2009.

Without you

Without you

Tan fácil olvidarte como que Abril no exista.
Tan fácil amainar,
en el panal de tul de los visillos,
la súbita fragancia de la noche
como atajar tu piel; como retrocederla
hasta el peldaño último del último recuerdo.
Sustraerme, tan fácil, de este anhelante gozo
al descubrir tu olor en el tabaco,
la pana, o la vainilla.
Aminorar, tan fácil, de mi sangre el incendio.
Tan fácil olvidarte.
Tan fácil impedir que los magnolios nieven.

Ana Rossetti (1950, Cádiz, España), Indicios vehementes (Poesía 1979-1984), Ed. Hiperión, 1998

El tacto de esta ola

El tacto de esta ola
en otra orilla
posible de añoranza…
Tan ignorado
ese segundo roce,
esa incógnita caricia
caldeada de soles meridianos
acunada de noches
inquietas de sal,
enlazada en anillos
latentes de distancia.
Esa ola,
monótona de ires
y venires,
huyéndose,
encontrándose,
esa ola exacta
me besará los labios
algún día.

Marina Romero Serrano, (1908-2001, España), Poemas de Ida y Vuelta. Ed. Torremozas, 1999

Os líquidos íntimos

Os líquidos íntimos

coa miña pel podes facer enxertos nas mazairas.

algunhas conservan estirados os nomes que gravei a navalladas
tódalas tardes ó volver da escola.

acostumada a tirar por un poema como por un becerro cando se lle ven as patas,
cando xa non se está en idade de medrar
toda maduración require un desgarro de tendóns
entón é cando corren polo meu peito rabaños de cabras
que non se dirixen a ningunha parte,
sóbenme ás paredes desde as que te vexo,
arrancan coa lingua o pasto mentres te vas.

o tacto dos teus violíns faime chorar terriblemente.

e case non podo soportar que as túas mans me acariñen
como a la dos xerseis que me facía a miña mai cando era nena.

pero coa miña pel
coa miña pel podes facer enxertos nas mazairas

Fluidos íntimos (traducción no revisada)

con mi piel puedes hacer injertos en los manzanos.

algunos guardan los nombres que grabé con navajas estiradas
todas las tardes después de regresar de la escuela.

acostumbrado a tirar de un poema como un ternero cuando se le ven las patas,
cuando ya no tienes edad para crecer
toda maduración requiere un desgarro de los tendones
Ahí es cuando rebaños de cabras corren por mi pecho
que no van a ninguna parte,
Subo por las paredes desde donde te veo,
arrancan la hierba con la lengua a medida que avanzas.

el toque de tus violines me hace llorar terriblemente.

y apenas puedo soportar tus manos para acariciarme
como la lana de los suéteres que me hacía mi madre cuando era niña.

pero con mi piel
Con mi piel puedes hacer injertos en los manzanos.

Olga Novo (1975, Lugo, España); Nós nus, Ed. Xerais, 1997

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