Aprendiendo a leer el pasado y el futuro en las líneas de un poema

llanto

No sé escribir sobre la felicidad

VII

No sé escribir sobre la felicidad por la inmensidad de su lenguaje,
porque sobrepasa un latido,
devora el instante.

Se consume tan rápido como este poema en el fuego,
como la vida de un kamikaze.

Cuando escribo, lloro.
Y cuando lloro, lloro sobre lo escrito
haciendo que mis versos se ahoguen en mis propias lágrimas
como cuerpos sin vida que se lleva una riada.

Ansío sin sentido salir de un dolor
que me encarcela y me quema.

Ansío descongestionar el latido consentido
porque no deberíamos olvidar que el corazón,
aunque dando vida,
lo hace mediante la sangre,
y la sangre es herida.

Loreto Sesma (1996, Zaragoza, España); Alzar el duelo, Ed. Visor, 2018

Noviembre

Noviembre
                                                                A Juan Bernier

Oigo crujir tus hojas y vuelvo a estremecerme,
memoria de noviembre con la fruta en los labios,
pervertido jardín que hollé una vez, descalza,
y en el que, de rodillas, llevé mi frente al suelo.
Tengo el leve recuerdo de un sollozo y mi nombre,
y fielmente el del hueso, áspero, cautivo.

Mª Victoria Atencia (1931, Málaga, España); La llama en que arde, 1988. Recogido en la antología: Como las cosas claman (Antología poética 1955-2010), Ed. Renacimiento, 2011.

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