VII
No sé escribir sobre la felicidad por la inmensidad de su lenguaje,
porque sobrepasa un latido,
devora el instante.
Se consume tan rápido como este poema en el fuego,
como la vida de un kamikaze.
Cuando escribo, lloro.
Y cuando lloro, lloro sobre lo escrito
haciendo que mis versos se ahoguen en mis propias lágrimas
como cuerpos sin vida que se lleva una riada.
Ansío sin sentido salir de un dolor
que me encarcela y me quema.
Ansío descongestionar el latido consentido
porque no deberíamos olvidar que el corazón,
aunque dando vida,
lo hace mediante la sangre,
y la sangre es herida.
Loreto Sesma (1996, Zaragoza, España); Alzar el duelo, Ed. Visor, 2018
Magnífico.