Aprendiendo a leer el pasado y el futuro en las líneas de un poema

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IV

IV


las palabras no hacen el amor
hacen la ausencia
Alejandra Pizarnik

cuando digo cómo retumba la palabra siempre
quiero decir cómo retumba la palabra nunca
qué estela deja tras de sí
qué vacío ese nunca
qué eco ráfaga temblor
qué nada en el todo
qué miedo atronador
ese nunca siempre nunca.

Nuria Ruiz de Viñaspre (1969, Logroño, España); extraído de (TRAS)LÚCIDAS. Poesía escrita por mujeres (1980-2016), Bartleby editores, 2016.

Debería haberme aflojado la conciencia

Debería haberme aflojado la conciencia
no tengo edad para estrecheces
ni para el insomnio que me produce la injusticia.
Debería vestirme de mayor
y cuidar no me contagien la alegría
los que aún la conservan.
Debería hacerme un seguro
por si vivo lo suficiente
a pesar de tragar tanto veneno.
Debería dejar de hacer el amor
no vayan mis nietos a descubrirme
y me pidan consejo.
Debería dejar la pancarta de oponerme
al sistema por sistema
y a sus aberraciones.
Debería hacerme cómplice de los que ganan
para comer con ellos la sopa boba
en lugar de hacerme una de sobre.
Debería dejar de escribir poemas
que nunca verán la luz en Hiperión
ni estarán en la lista de los elegidos.
Pero dejar estas cosas,
ahora que empiezan a gustarme,
me jode tanto…

Begoña Abad (1952, Villanasur del Río Oca, Burgos, España); Cómo aprender a volar, Ed. Olifante. 2012. Extraído de Diez años de sol y edad (Antología 2006-2016), Ediciones Pregunta, 2016

Lo que vale una vida

Lo que vale una vida

Estoy en esa edad en la que un hombre quiere,
por encima de todo ser feliz, cada día.
Y al júbilo prefiere la callada alegría
y a la pasión que mata, la renuncia que hiere.

Vivir entre las cosas, mientras que el tiempo pasa
-cada vez menos tiempo para las mismas cosas-
y elegir las que valen una vida: las rosas
y los libros de versos, y el viaje y la casa.

Hasta ahora he vivido perdido en el mañana,
-seré, seré, decía-, o en el pasado -he sido
o pude ser, pensaba- y el mundo se me iba.

Ahora estoy en la edad en la que una ventana
es cualquier aventura, y un regalo el olvido.
Ya no quiero más luz que tu luz mientras viva. 

Rafael Juárez, Lo que vale una vida, Ed. Pre-textos, Valencia, 2001

Alguna vez pensé

Alguna vez pensé
que se puede rehacer la vida,
lentamente,
y volver a ilusionarse
como la primera vez.

Pero no se puede.

Porque la segunda vez
el pasado es una zona de plagas,
donde el monstruo de Leviatán
se come
el corazón de la medianoche.

La segunda vez,
aunque quieras, no eres virgen;
hay separación de bienes
y palacios de noche,
ídolos caídos
y algunos escarmientos.

La segunda vez
la hierba crece
más despacio,
las noches están llenas
de discursos ingenuos
y Alicia ya no viene
a visitarte
cuando te miras
en el espejo.

La segunda vez
hay hijos que no son tuyos
y luz de viento entre los pinos.

La segunda vez
todo está hecho,
esperas más
y sueñas menos
y la música huye
con colmillos de lobo.

La segunda vez,
no sabes qué hacer
con el miedo.

Noemí Trujillo (1976, Barcelona, España); Un lugar con nieve. Antología Poética (2008-2015), Ed. Playa de Ákaba, 2015

Gramática de la relatividad

Gramática de la relatividad

Quizá ni el tomate es tan puro
ni el tabaco tan mortal como comentan.
Me caen bien los extraños, me siento segura
en los países muy desordenados.
Protegerse está bien, pero a veces confiar
es mejor revulsivo para una vida larga.
Ni es cierto que no importe lo de lejos, ni es cierto
que no haya sitio en el mundo
para la literatura.
Pero la publicidad nunca es poesía.
Confío en mi cuerpo
más que en buena parte de los médicos,
y algunas drogas nos ayudan a dormir.
El amor existe.
Abrazarse a muchos cuerpos no es sinónimo de calma,
no hacerlo tampoco ayuda demasiado.
He tenido jefes que eran mis amigos
y compañeros que no.
El sentido común falla a menudo.
Si te cuidas demasiado, entonces eres presa fácil.
Los juicios no marcan la línea que separa el bien y el mal,
no marcan casi nada.
La verdad no tiene un solo nombre.
Cinco manzanas al día
son demasiadas manzanas.

Y la palabra es
como un juego de niños:
cuando llega a tus manos hay que abrazarla fuerte
y escaparse corriendo del enemigo.
Y,  luego, lanzarla a quien sepa
guardarla mejor.
A quien corra más.

Laura Casielles (1986, Asturias, España) Los idiomas comunes, Ed. Hiperión, 2010 (Este libro ganó el XIII Premio de Poesía Joven Antonio Carvajal y el Premio de Poesía Joven Miguel Hernández en 2011)

Uno besa

VIII

Uno besa,
y en el beso se confiesa.

Calcula daños,
y reflexiona si será error o acierto,
sobrepasa la distancia de seguridad,
mordisquea la duda
de si en el pacto de labios está vendiendo promesas.

Entra en el circuito del engranaje mental
mezclando ilusión y miedo,
fuego y hielo,
caigo, me levanto, caigo, ruedo.

Pero uno besa,
y en el beso se confiesa
que si es error o acierto,
no importa.

El tiempo está abierto a propuestas y en algún momento paras,
pienso hacerme el muerto
para ver si disparas
o me besas de nuevo.

Loreto Sesma (1996, Zaragoza, España); Alzar el duelo, Ed. Visor, 2018. XXXIX Premio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla.

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