CON un pie en la lluvia
te lo dice un niño,
que ya no fuimos
los que no somos ni seremos,
árbol que agita raíces al viento
huella que por la arena
susurra un nombre.
Luis Alemañ (1983, Alicante, España), Animales heridos; Ed. Amarante, 2019.
Aprendiendo a leer el pasado y el futuro en las líneas de un poema
CON un pie en la lluvia
te lo dice un niño,
que ya no fuimos
los que no somos ni seremos,
árbol que agita raíces al viento
huella que por la arena
susurra un nombre.
Luis Alemañ (1983, Alicante, España), Animales heridos; Ed. Amarante, 2019.
El poeta
El poeta trae de lejos la palabra.
Al poeta lo lleva lejos la palabra.
Entre sí y no, por baches indirectos
de parábolas, signos, planetas,
hasta lanzándose desde el campanario
agarra un garfio, pues el camino del cometa
es el camino del poeta. Casuales eslabones
ese es su enlace. ¡Mirar las estrellas
de nada sirve! en el calendario
no se pronostican los eclipses del poeta
él es el que desordena los naipes,
falsea el peso y las cuentas,
el preguntón en el pupitre,
el que a Kant para el arrastre deja.
El que en el pétreo foso de la bastilla
es como un árbol que crece en su belleza…
aquél de huellas siempre desaparecidas,
él que es el tren al que cualquiera
llega tarde,
su camino es el de los cometas.
El camino del poeta arde pero no calienta,
arranca pero no cría, estalla y se quiebra.
Tu camino es el de enredadas cabelleras,
no pronosticado en el calendario del poeta.
Marina Tsvetaeva (1892-1941, Rusia), 100 poemas. Antología, Ed. Visor, 2009
Nunca volvemos
Un día nuestra vida se vacía de pronto.
Basta solo un segundo, un golpe inesperado,
un giro argumental forzado del destino.
Y nada vuelve a ser como ha sido hasta entonces.
Un camión de mudanzas aparca ante nosotros.
El óxido y el polvo conquistan nuestra casa.
Los espejos se velan; los muebles envejecen.
Se funden en la nada las cajas del embalaje
que fueron nuestra mesa en la primera noche,
los libros y los discos, las fotos de París…
La ausencia y el silencio se aposentan en ella,
y luego nos exilian, como tristes fantasmas
que ya no se conocen, nadie sabe a qué olvido.
Y ya nunca volvemos de tanto desamparo.
Victoria León (1981, Sevilla, España); Secreta Luz, Ed. Fundación José Manuel Lara, 2019 (Premio Iberoamericano Hermanos Machado)
Te busco en la fuerza del futuro
Sola yo, amor,
y vos quién sabe dónde;
tu recuerdo me mece como al maíz el viento
y te traigo en el tiempo,
recorro los caminos,
me río a carcajadas
y somos los dos juntos
otra vez,
junto al agua.
Y somos los dos juntos
otra vez,
bajo el cielo estrellado
en el monte,
de noche.
Yo, amor, he aprendido a coser con tu nombre,
voy juntando mis días, mis minutos, mis horas
con tu hilo de letras.
Me he vuelto alfarera
y he creado vasijas para guardar momentos.
Me he soltado en tormenta
y trueno y lloro de rabia por no tenerte cerca,
en viento me he cambiado,
en brisa, en agua fresca
y azoto, mojo, salto
buscándote en el tiempo
de un futuro que tiene
la fuerza de tu fuerza.
Gioconda Belli (1948, Nicaragua); Línea de fuego, Editado por Casa de las Américas, 1978
quiero que todo explote
que las almohadas exploten
que las manzanas del frutero exploten
que las cruces verdes de las farmacias exploten
que los escaparates exploten
que los charcos exploten
que los buzones de correos exploten
que las semillas de los eucaliptos exploten
que los cactus exploten
que las nubes exploten
que las estrellas exploten
que mi corazón explote
quiero que todo, lo bonito y lo feo, explote
que en mi casa en las calles en el cielo
y hasta en las más bellas habitaciones de hotel
todo explote
cuando dormir no ayuda
cuando soñar no ayuda
cuando despertar no ayuda
cuando el agua caliente no ayuda
cuando el café con leche no ayuda
cuando el omeprazol no ayuda
cuando la cerveza no ayuda
cuando meter los pies en el mar no ayuda
cuando el amor no ayuda
cuando la luz de flexo no ayuda
cuando escribir no ayuda
cuando desear no despertar no ayuda
paredes rosas armario celeste
camas gemelas lámpara de bronce
espejo redondo cuadro cuadrado
alcayatas desnudas estantería vacía
cajones vacíos pulmones vacíos
ni una mota de polvo
ni un atisbo de vida
preferiría seguir así
no acompañarme de libros ni de recuerdos
ni la foto de sam
ni giacometti bajo la lluvia
ni reloj ni zapatillas
sin querer
este cuarto se ha ido llenando
con mi respiración
las cosas que me rodean
no me pertenecen,
sólo el aire que respiro
y el zumbido de esas moscas en el cristal
que no acaban de aparearse
llevo una piedra en el coche
llevo una piedra en el bolsillo
llevo una piedra en el puño
levo una piedra en el estómago
llevo una piedra en el corazón
estoy preparada
para cualquier catástrofe.
Isabel Bono, Maomegean; Ediciones del 4 de agosto, 2010.
Nosotros el relieve
Ahora fíjate bien: no son
montañas
surcos emergencia en el paisaje
molde de una boca en la llanura
permanece tu rastro más terrible
tan obsceno
tú te inclinas y yo invoco
no matarás no matarás
luego
dobla el tronco y deja caer las hojas
a veces son tiernas como dedos
ay
pero qué sabrán de saliva los árboles
en mi pecho ranas nuevas
y un rumor de lluvia
calándome.
Gema Palacios (1992, Zaragoza, España), Compañeros del crimen, Ed. Paralelo, 2014
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Magnífico.