Robaría
Robaría:
Una pareja de cobayas. Un gorila.
Un kimono nupcial.
Un molino (con molinero).
La planta de pachulí
que he visto en una finca.
Entraría a robar un petigrís
para noches de amor bajo la luna.
Robaría:
Una potente licuadora
para beber el jugo de los árboles.
Un imán gigantesco
para desmantelar los campos de batalla.
Robaría:
Inútiles diamantes y esmeraldas
y una apisonadora
que los pulverizase
para cubrir las huellas
que va dejando un bueno.
Robaría:
las cuartillas de un sabio.
Un telescopio. Una columna.
Una gárgola artística.
Dinero y tiempo al tiempo,
para que me enseñaran
a manejar el radar que luego robaría.
Robaría:
Los sagrarios que quieren ser cerrados.
Los cálices que van a profanarse.
La luminosidad de los relámpagos
para hacer mis bombillas.
Un bosque para los cachorrillos
de los parques zoológicos.
Robaría:
el candor a los niños.
!Ah, y el sueño a un envidioso!
Sagrario Torres (1922-2006, España); Hormigón traslúcido, Ed. Calatrava, 1970
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