Aprendiendo a leer el pasado y el futuro en las líneas de un poema

Circe Maia (Página 1 de 2)

El ruido del mar

El ruido del mar

  Hay un tejido, una red luminosa
que tiembla en la arena, por abajo del agua.
Se ve a través del verde transparente
como una temblorosa trama.

Cuando la ola rompe su espuma
quedan burbujas sueltas, chiquitas
sobre la piel del agua:
brillan intensa, nítidamente
en seguida se apagan.
Por la suave curva de las olas
sobre su lento avance
sobre su amplio movimiento seguro
la luz resbala.
Se deslizan los resplandores
por los movedizos toboganes del agua.

Ruido del mar, qué golpe derramado
qué entreverada voz y qué sonido
tan confuso y oscuro
cuando todo en rededor está tan claro.
Todos los limites
firmes y recortados
todo con su color tan decidido
los colores tocándose
uno al lado del otro, sin mezclarse.

Y parece que cada uno: limpio
y liso azul, rojo tejado
verdor brillante
diera un sonido puro e inaudible
y todos un acorde fuerte y claro.

Pero el ruido del mar no se comprende,
se desploma continuamente, insiste
una y otra vez, con un cansancio
con una voz borrosa y desganada…

Y no se sabe
qué es qué quiere o qué pide
el turbio ruido oscuro
cuando todo en rededor está tan claro.

Circe Maia (1932, Uruguay); Transparencias. Antología poética, Ed. Visor, 2018

Junto a mí

Junto a mí

Trabajo en lo visible y en lo cercano
–y no lo creas fácil–.
No quisiera ir más lejos. Todo esto
que palpo y veo
junto a mí, hora a hora,
es rebelde y resiste.

Para su vivo peso
demasiado livianas se me hacen las palabras.

Circe Maia (1932, Uruguay); Múltiples paseos a un lugar desconocido. Antología poética (1958-2014), Ed. Pre-Textos, 2018

Cambios

Unas veces el cambio se prepara
en forma subterránea pero estalla
de modo brusco, abierto:
nova en el cielo
grieta en la tierra
inundación de luz en plena noche
lengua de fuego
asoma sorpresivamente en la mirada
del otro, vuelto Otro, vuelto ajeno.

Otros cambios se gestan
imperceptiblemente.
De una oscura manera
de un modo
silencioso
lo que no estaba está y lo que estaba
es destruido.

Pero tan gradualmente
que siempre quedan restos:
de la mirada, alguna
chispa
alguna vez.
De la voz, algún eco
(palabra no enfriada
todavía)

Circe Maia (Uruguay, 1932)

Deseo

Deseo

No quisiera que abrieras el libro
y vieras palabras.
Quisiera
que oyeras sonidos.
No música, escucha.
Sonidos
de cuyo entrelazarse están formados
del tiempo, los hilos.

Como ahora
en que escribo ante abierta ventana
y el rumor de la calle y pisadas
exclamaciones, saludos, despedidas,
noticias, comentarios
y lejanos llamados se mezclan
conmigo.

Sin embargo
no suben al papel y solo quedan
negros trazos escritos.

Circe Maia (1932, Uruguay); Transparencias. Antología poética, Ed. Visor, 2018

Invitación

Invitación

Me gustaría
que me oyeras la voz y yo pudiera
oír la tuya.
Sí, sí. Hablo contigo
mirada silenciosa
que recorre estas líneas.
Y repruebas, tal vez, este imposible
deseo de salirse del papel y la tinta.
¿Qué nos diríamos?
No sé, pero siempre mejor
que el conversar a solas
dando vuelta a las frases, a sonidos
(el poner y el sacar paréntesis y al rato
colocarlos de nuevo).
Si tu voz irrumpiera
y quebrara esta misma
línea… ¡Adelante!
Ya te esperaba. Pasa.
Vamos al fondo. Hay algunos frutales.
Ya verás. Entra.

Circe Maia (1932, Uruguay); publicado en Cambios, permanencias en 1978. Extraído de Transparencias. Antología poética, Ed. Visor, 2018

El puente

El puente

 En un gesto trivial, en un saludo,
en la simple mirada, dirigida
en vuelo, hacia otros ojos,
un áureo, un frágil puente se construye.
Baste eso sólo.

Aunque sea un instante, existe, existe.
Baste eso sólo.

Circe Maia (1932, Uruguay); Transparencias. Antología poética, Ed. Visor, 2018

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