Aprendiendo a leer el pasado y el futuro en las líneas de un poema

sexo

No comprendo

No comprendo. La sed del agua fría…

No comprendo. La sed del agua fría
se calma al tercer trago; la del vino,
otro tanto, y el paladar más fino
se cansa del manjar que requería.

El sueño acaba al empezar el día,
y la pereza al verse en el camino;
todo anhelo se va tal como vino
apenas toma lo que pretendía.

Y sin embargo hay una sed extraña
que mantiene sin fin toda su saña…
Quizá sean cosas de la adolescencia,

pero devoré anoche la manzana
y de nuevo me hallaba esta mañana
trémula toda de concupiscencia.

Carmen Jodra (1980, Madrid); Las moras agraces, Ed. Hiperión, 1999 (XIV Premio Hiperión)

Embadurnamos los cuerpos en perfumes de lenguas

Embadurnamos los cuerpos en perfumes de lenguas
esas lenguas indómitas que se engullen
con fragor de conquista multiplicándose imbatibles
en ese idioma nuestro que escapa el escrutinio.
El hambre de nosotros airea olor de carne,
esa carne curtida al soplo y al rocío, al lodo y al salitre,
esa carne despojada de fronteras
vivificada
en apetencia extrema de cachorros sedientos
desbordando extremidades.
Emborrachándonos de hendidura profunda y de dobleces
nuestras bocas engullen en trance hasta el escarpe
que araña desde el órgano.
Un torrente caldea los pasajes con su policromía
ese alud de muerte momentánea, sudor y rubor, pico y cumbre,
y después calma.

Rosa M. Martín (Valladolid, España); A veces contigo, ed. Grupo Literario Juan de Baños, 2018 (ganadora del V Premio Internacional de Poesía Treciembre)

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